Historia

Cabezarrubias del Puerto tiene una rica historia que se remonta a siglos pasados, y se ha forjado a través de leyendas, actividades económicas y una fuerte conexión con la minería y la repoblación.

La leyenda sobre el nombre del municipio tiene varias versiones.

Una de las más destacadas es la que hace referencia a las «cabezas rubias» de los pobladores que llegaron de Francia y Alemania durante la repoblación tras la Reconquista, y la frase «¡Cuánta cabeza rubia!» al observar a los nuevos vecinos podría haber dado origen al nombre.

Otra versión sugiere que el nombre proviene del color del pelaje de los osos pardos que habitaban la zona y la última del “caput más rubeus” por el color rojizo o rubial de la tierra de los cerros que rodean la localidad.

El «Libro de las Monterías de Alfonso XI», que data del siglo XIV, menciona la Sierra de Cabezas Rubias, destacando la abundancia de osos pardos, lo que subraya la importancia de la caza de este animal en los primeros tiempos del municipio. Además, las primeras evidencias de población en la zona son aún más antiguas, como las pinturas rupestres en la Cueva del Monje y la Cueva de la Estación, así como restos de asentamientos romanos, lo que sugiere que la región estuvo habitada desde tiempos remotos. También se encuentran restos de asentamientos en Las Láminas y en el Cerro del Moro. Además, quedan restos de un vado empedrado en la Cañada de Puerto Suelta a su paso por el río Tablillas de la época romana.

Durante la Edad Media, Cabezarrubias formaba parte de la jurisdicción de Puertollano, y se sabe que dos soldados de la localidad fueron clave en el descubrimiento de las aguas medicinales de Fuencaliente en 1369. La leyenda de Fuencaliente narra cómo una virgen fue descubierta por un soldado en un manantial, lo que llevó a la construcción de una ermita en su honor.

En 1834 una epidemia de cólera afectó a muchos lugares de España y concretamente a los municipios de la comarca. Los habitantes se acogieron a San Pantaleón, patrón del pueblo, para cesar a la enfermedad, tal y como indica el himno. Hicieron la promesa al santo de que desde aquel año celebrarían fiestas con encierros y demás festejos de toros en su honor.  En 1842 se independizó, teniendo su propio ayuntamiento e Iglesia, en honor a San Gabriel Arcángel.

A lo largo de los siglos XIX y XX, la minería fue la principal actividad económica, con importantes minas de plomo, zinc, plata y cobre. Minas como La Petaca y La Jarosa atraían trabajadores y promovían la expansión ferroviaria, siendo la estación de tren un punto clave para la conexión con otras regiones.

Hasta la reforma de la nomenclatura municipal de 1916 el municipio se llamaba simplemente Cabezarrubias. En dicha fecha su nombre fue modificado por el de Cabezarrubias del Puerto.

La historia y el patrimonio cultural de Cabezarrubias del Puerto están marcados por la leyenda, la actividad económica, la minería, y una comunidad que ha resistido a lo largo del tiempo, manteniendo viva su identidad en la actualidad.